El término estilos de enseñanza
ha tenido diferentes significados dependiendo de la utilización que le han dado
los indagadores del tema y, por lo tanto, su empleo ha sido polisémico, asunto
que es común a muchos otros términos, sobre todo de las ciencias sociales
humanas.
Tomando en cuenta los estilos de
enseñanza desarrolladas desde la psicología sobre los estilos cognitivos y estilos
de aprendizaje, ha surgido una extensión del concepto de estilos en el ámbito
de la enseñanza y ha sido adoptado para referirse a las diferencias claramente
identificables entre los profesores en relación con sus formas de enseñar.
Acerca de esto, Lozano (2006) sostiene que es frecuente que un profesor tienda a enseñar de la manera en que le gustaría que le enseñaran a él, es decir, enseña como a él le gustaría aprender, enseña según su propio estilo.
Acerca de esto, Lozano (2006) sostiene que es frecuente que un profesor tienda a enseñar de la manera en que le gustaría que le enseñaran a él, es decir, enseña como a él le gustaría aprender, enseña según su propio estilo.
Camargo y Hederich (2007),
además de hacer un análisis de diferentes propuestas de conceptualización de
estilos de enseñanza o estilos pedagógicos, formulan varios interrogantes que
para nuestro caso son sumamente relevantes. Estos autores se preguntan:
- ¿No son suficientes las nociones que ya tenemos para describir las actividades de los profesores, como la de “enfoque pedagógico o perspectiva didáctica” para describir el comportamiento del profesor en el espacio del aula de clase?
- ¿Tiene esta noción sentido, interés o utilidad en el contexto de las investigaciones psicopedagógicas contemporáneas?
Después de hacer un análisis de
la literatura que de forma explícita utiliza el término estilo pedagógico o
estilo de enseñanza, estos autores afirman que existe la necesidad de
desarrollo de conocimiento en este campo.
En particular es necesario clarificar las dimensiones utilizadas en las definiciones de las tipologías estableciendo, para cada una de ellas, sus condiciones diferenciadoras, su estabilidad temporal, su neutralidad valorativa y su co-ocurrencia con las otras dimensiones utilizadas. Estos aspectos han tenido poca atención por parte de los investigadores en el campo.
En particular es necesario clarificar las dimensiones utilizadas en las definiciones de las tipologías estableciendo, para cada una de ellas, sus condiciones diferenciadoras, su estabilidad temporal, su neutralidad valorativa y su co-ocurrencia con las otras dimensiones utilizadas. Estos aspectos han tenido poca atención por parte de los investigadores en el campo.
Esto lleva a la conclusión de
diferentes autores que la pregunta por el concepto de estilo de enseñanza sigue
abierta al debate y sigue motivando investigaciones en el campo de la educación. Entonces, ¿Qué se
entiende por estilo de enseñanza? En la actualidad, la mayoría de los indagadores
resaltan algunos factores en común que los estilos de enseñanza deben poseer:
La moralidad del profesor, individualidad en toma de decisiones del maestro, la
diversidad de formas y estilos de como el profesor es capaz de compartir
información.
Actualmente, no existe una
definición exacta de estilos de enseñanza, algunos de los factores que contribuyen
a esta situación son: la variación de estilos de docente en docente, el propio
cuestionamiento de la utilidad de dicho concepto debido a la existencia del enfoque
pedagógico y la perspectiva didáctica que se consideran suficientes para
monitorear lo impartido por el docente en el aula.
Estos factores hacen que la
búsqueda de una definición sea muy amplia, no obstante, este hecho ha provocado
que los estudiosos de la materia formulen múltiples teorías y conceptos de
donde se pueden tomar bases para crear un concepto propio de estilos de
enseñanza.
Visto de forma similar, Weber (1976)
se refiere a los estilos de enseñanza a partir de cuatro interrogantes que han
de hacerse los profesores, en cuyas respuestas revelarán aquellos modelos que
dan cuenta de su actividad docente. Estas preguntas son:
- ¿Qué piensa de la finalidad de la educación?
- ¿Cómo debe trasmitir la información que posee?
- ¿Qué deben hacer los alumnos con la información que han adquirido?
- ¿Cuál es el escenario más idóneo para estos desarrollos?
Tomando en consideración las
preguntas, Lozano (2006) plantea en resumen los principios sobre los estilos:
Modos, formas, adopciones o maneras particulares y características de pensar el proceso educativo y de asumir el proceso de enseñanza aprendizaje en un contexto específico que se manifiestan en actitudes, comportamientos, acciones, procedimientos, actividades que se ponen en juego en la praxis docente en función de aspectos como: ambiente de aula, relación, interacción, socialización y orientación de los estudiantes; organización, preparación o planificación de la actividad académica; presentación de la información, métodos de enseñanza, dirección, conducción y control del proceso de enseñanza aprendizaje, dirección de las tareas y evaluación.
Modos, formas, adopciones o maneras particulares y características de pensar el proceso educativo y de asumir el proceso de enseñanza aprendizaje en un contexto específico que se manifiestan en actitudes, comportamientos, acciones, procedimientos, actividades que se ponen en juego en la praxis docente en función de aspectos como: ambiente de aula, relación, interacción, socialización y orientación de los estudiantes; organización, preparación o planificación de la actividad académica; presentación de la información, métodos de enseñanza, dirección, conducción y control del proceso de enseñanza aprendizaje, dirección de las tareas y evaluación.
Estos son producto de supuestos,
principios, creencias, ideas y conceptos subyacentes a las prácticas
pedagógicas que pueden ser más o menos conscientes, según Rendón.
¿En qué aspectos de la práctica se refleja la aplicación de un determinado estilo de enseñanza?
El proceso interactivo o la práctica de
enseñanza–aprendizaje comienzan en la sala de clases, escenario donde surgen
los procesos de trasformación de los estudiantes y de los docentes. El estilo
de enseñanza se basa a partir del estilo propio y se refleja en la formación
profesional y humana, guardando siempre unas disciplinas ya organizadas en cada
sujeto.
Callejas (2005) define los estilos de enseñanza como la forma en que el docente responde a su compromiso, orienta su labor e interrelaciona las experiencias educativas personales y sociales propias con las de los estudiantes dentro de un contexto específico.
Callejas (2005) define los estilos de enseñanza como la forma en que el docente responde a su compromiso, orienta su labor e interrelaciona las experiencias educativas personales y sociales propias con las de los estudiantes dentro de un contexto específico.
Estilos pedagógicos
En los estilos pedagógicos se expresan virtudes morales, como la honestidad, el respeto, la fiabilidad, la humildad, la creatividad, la actitud reflexiva, la imparcialidad, todas las cuales son propias del proceso educativo.
El estilo pedagógico da cuenta de una manera de vincularse con los alumnos, entendiendo que pensar en la enseñanza es pensar en la comprensión de los alumnos y donde la práctica moral, en cuanto ética de la misma práctica, se construye en una relación que expresa como cualquier otra los vínculos solidarios, respetuosos de las diferencias y de los contextos en los cuales las prácticas se inscriben.
Como se puede estimar, hay
algunos criterios que son más acogidos por los investigadores y estudiosos del
tema; de igual forma, los autores consideran una gran variedad de criterios que
pueden ser agrupados de varias maneras.
Al respecto, Callejas (2005) plantea cuatro dimensiones esenciales para
los estilos pedagógicos:
- El saber: hace referencia al dominio de la disciplina que se enseña, a las capacidades para investigar y construir conocimiento pedagógico y didáctico sobre la disciplina y al sistema de creencias que ha elaborado desde su experiencia educativa.
- El saber hacer: implica el sentido y la significación de la práctica docente y los procesos de construcción que hace el profesor como parte de su historia de vida y de su proyecto docente.
- El saber comunicar: tiene que ver con las interacciones en los procesos de enseñanza y aprendizaje, en los que intervienen unos actores, profesor y estudiantes, que intercambian significados y experiencias y participan en contextos comunicativos
- El saber ser: se relaciona con la responsabilidad del docente de contribuir a la formación integral del estudiante desde una práctica que involucre valores y en la que es necesaria la toma de conciencia de la importancia del currículo oculto en la formación de los educadores.
¿Qué define la concepción de aprendizaje que un docente tenga en su práctica?
El docente puede modificar su estilo de enseñanza, a pesar de haberlo instaurado como propio, lo tiene que adaptar al estudiante, y así lograr un aprendizaje transformador y esto lo puede hacer mediante una reflexión crítica pedagógica respondiendo a las necesidades, intereses y problemáticas de una sociedad que está en permanente transformación. Un buen docente nunca se acomoda, él tiene claro que todos aprendemos diferente y desde allí el docente comienza a desarrollar un estilo de enseñanza.
El docente ha de hacerse responsable de su estilo si quiere evitar el fracaso, y ha de tener claro que con la elección de su estilo está provocando diferentes pensamientos, sentimientos y acciones en los estudiantes, que en un estilo de receptividad hacen lo propio; razón suficiente para para que la intencionalidad en la elección de su estilo tenga un fin premeditado hacía el desarrollo del ser integral que es el alumno.
Docente-Discente
Los dos protagonistas del aprendizaje (docente, discente) tienen un estilo de aprendizaje configurado según las experiencias internas y externas vividas. Los estilos de los docentes tienen un carácter inicial de singularidad, pero deben articularse a factores sociales y culturales que hacen más compleja la diversidad en el salón de clases; el salón de clases es el escenario donde surgen diversas actividades básicas para el proceso de transformación de los estudiantes y de los docentes. Esta tendencia considera la importancia de un proceso básico; aprender, pero debido a la complejidad de este proceso, también la enseñanza tiene un grado de dificultad. Entonces, lo importante no es determinar con certeza lo que es cada proceso, sino cómo convergen y cómo pueden ser efectivos para los estudiantes y sus profesores. Así se puede afirmar que el estilo de enseñanza se origina a partir de la interacción entre docente y estudiante, y en ella, ambos se manifiestan como unidad, es decir el estilo de enseñanza influye en el estilo de aprendizaje y viceversa.
El estilo de enseñanza se observa en el estudiante en cuanto
se inscribe como un modo de hacer del docente en estrecha relación con su deseo
de saber. Este se estructura a partir del estilo propio y se
alimenta de la formación profesional y humana, guardando siempre unas
directrices ya organizadas en cada sujeto. Las actuaciones
de docente y estudiante, que son el elemento fundamental del proceso de
aprendizaje de ambos, requieren ser tenidas en cuenta para reinventar el
vínculo educativo, mejorar la relación docente y estudiante y para contribuir a
la calidad de lo que se enseña y de lo que se aprende. Una visión de la
educación que cuente con el estilo ha de poner el acento en la posición del
docente frente al saber y frente al estudiante. De ahí ha de partir el sistema
educativo para la configuración del perfil de competencias docentes, el cual
puede ser complementado para su desempeño laboral idóneo, con las clasificaciones
y tipificaciones de los estilos de enseñanza.
Los rincones de aprendizaje
Las imágenes a compartir son de nuestra propia experiencia en nuestra jornada de los rincones de aprendizaje.
Los rincones de aprendizaje son espacios físicos dentro del aula donde se presentan materiales y
recursos representativos del contexto y de los componentes culturales de los
estudiantes. También son una herramienta didáctica que puede beneficiar a la
estimulación de las inteligencias múltiples por medio de actividades.
Musical: es un proceso sumamente complejo que exige el
desarrollo de habilidades específicas; auditivas de ejecución y de creación en
tiempo real o diferido. Son los estudiantes que conectan más con los estilos de
aprendizaje en los que la escucha activa es la base de la adquisición de la
información. Suelen preferir la interacción verbal (discusiones, debates,
canciones) a la hora de incorporar de forma natural el conocimiento con más
facilidad para recordar las ideas esenciales de aquello que han escuchado.
Perceptiva: en este rincón los niños aprenden
experimentando. No se basan en lo teórico si o que en la experiencia sensorial
(olfato, tacto, gusto, audio y vista). Toda la información que llega al cerebro, tiene
que pasar por los sentidos, (Aristóteles).
Tacto: Los niños con aprendizaje táctil logran una mayor absorción cuando emplean su sentido del tacto. Desde la temprana edad, los niños utilizan el sentido del tacto para conocer el mundo que los rodea y esto se observa claramente cuando el niño lleva a su boca todo lo que alcance.
Tecnológico: en este rincón el maestro se apoya de la
tecnología para desarrollar su labor como docente. La necesidad de los rincones
tecnológicos va aumentando conforme vamos cambiando/evolucionando y con esto los
estudiantes de hoy ya no aceptan ni comparten mucho interés el utilizar los
mismo métodos de enseñanza que se utilizaron anteriormente. Les dejo unas links de aplicaciones de aprendizaje para los niños.
Kinestésico: es el rincón del aprendizaje activo físico. El
niño kinestésico aprende haciendo y experimentando. Es necesario darles la oportunidad
de experimentar y que se dé cuenta de los eventos por sí mismos, viviendo y experimentando.
Lectura: El rincón lingüístico está dirigido a favorecer lo oral (comprensión y expresión) de los niños a través de imágenes, cuentos, marionetas. De este
modo, desarrollan su lenguaje, su entendimiento y su comunicación con los demás.
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